El proyecto eólico pondrá en peligro de forma directa a más de 60 cavidades y 49 surgencias de agua
La Federación Cántabra de Espeleología, FCE, ha presentado alegaciones al proyecto eólico Garma Blanca puesto que su construcción afectará a 388 cuevas situadas en un radio de cinco kilómetros del perímetro del parque. Además, denuncia que la instalación de los aerogeneradores pondrá en “peligro directo” a más 60 cavidades y 49 surgencias de agua.
La FCE tiene un conocimiento “profundo” de la zona donde está prevista la instalación del parque eólico Garma Blanca ya que se trata de un área que lleva siendo explorada desde hace décadas por distintos grupos de espeleología locales, nacionales e internacionales. Unas exploraciones que han permitido tanto el aumento del registro de cavidades en el subsuelo cántabro como un mayor conocimiento de las mismas.
Así, de las 388 cuevas que se verán afectadas por Garma Blanca, 9 están catalogadas como Bien de Interés Local, pertenecientes a Zona Arqueológica Protegida, además del Sistema del Alto del Tejuelo, que, con sus más de 170 km, es uno de los 20 sistemas de cavidades con más desarrollo del mundo, el tercero más grande de Europa, y el primero de España.
Sin embargo, la FCE ha observado con “perplejidad” que pese a existir un registro de dichas cavidades, este no ha sido consultado por la empresa promotora del parque eólico, Green Capital Power, quien ha basado la documentación cartográfica de su proyecto en una publicación de hace más de diez años. No se entiende que un proyecto de tal magnitud se base en una documentación claramente incompleta y con un vacío de información de diez años. Una década, en la que los distintos grupos que exploran la zona afectada han sumado más de 100 kilómetros de nuevas cavidades y simas, conformando una de las zonas con mayor número de cuevas de Europa.
Desde la FCE también se quiere subrayar que la construcción del parque eólico Garma Blanca podría contaminar de forma inmediata los acuíferos que repercuten directamente en las aguas subterráneas que salen a los pueblos y se vierten, casi en su totalidad, al rio Miera.
Pero, además, las afecciones a la fauna subterránea y quirópteros que provocará el proyecto eólico serán también reseñables, ya que los parques eólicos convencionales se han convertido en la primera causa de mortalidad de los murciélagos a nivel mundial, reconociéndose que el número de ejemplares muertos es además notablemente superior al de las aves.
Durante varios millones de años, especies cavernícolas como los diplópodos Cantabrodesmus lorioli han vivido en las cavidades de Cantabria, territorio considerado como un punto caliente de biodiversidad subterránea al norte de la península ibérica, por el alto número de especies endémicas (cerca del 60%) y por la gran extensión y grado de conservación de los paisajes calizos kársticos, que son particularmente propicios para albergar una fauna subterránea. Este hecho tampoco se ha tenido en cuenta en la documentación sometida a información pública.
Por todo ello, la FCE pide que se tengan en cuenta las alegaciones presentadas y se paralice este proyecto, ya que claramente perjudicará al patrimonio subterráneo de nuestra región, uno de los más grandes e importantes de Europa y del mundo.