CRÓNICA CURSO DE TOPOGRAFÍA 2019
La segunda actividad de la Escuela Cántabra de Espeleología fue dirigida a la iniciación a la Topografía, pero no a la lectura de los mapas si no al trabajo de campo y de gabinete para realizar una topo de cueva. La convocatoria fue muy buena y 16 espeleos de distintos grupos se juntaron con Iván Expósito (actual director de la Escuela y monitor del curso) en la sede de la Asociación Espeleo-Montañera Trasmiera de Santoña donde gracias a su colaboración se pudo realizar el curso.
Poco más allá de las 9:30 de la mañana se comenzó con una pequeña charla teórica donde marcar algunas bases para un curso mayoritariamente práctico. Se intentó centrar las enseñanzas en la parte más práctica posible: recogida de datos en cueva (en este caso los participantes llevaron todos medidores laser), paso de esos datos al ordenador y realización del dibujo. Tras una pequeña charla acompañada de un Power Point y en la misma sede del club se realizó un ejercicio conjunto realizando una supuesta topografía de la propia sede, intentando por un lado mostrar la metodología y por otro analizar las posibilidades de medidas y representación que en principio es la parte más complicada de asimilar cuando se empiezan las topografías.
En torno a las 11:30 de la mañana se realizó un pequeño descanso tras el cual todos los participantes se equiparon para ir a cavidad. Una pequeña cueva, en la falda del monte Buciero y muy cercana a la sede del Trasmiera fue la elegida. El sendero cerrado por momentos en el denso encinar nos colocó a las 12:00 en la boca de entrada. Repartidos en 5 parejas y 2 tríos, con sus respectivos equipos de topo y libretas de anotación, los 7 equipos se dividieron en distintas zonas de la cueva, enlazando unos con otros, recogiendo datos y dibujando de forma alternativa, de manera que todos trabajaron distintos roles. A las 15:30 se salió de cavidad y se retornó a la sede del club santoñés cerca de las 16:00 haciendo la necesaria parada para comer y descansar un poco en una calurosa jornada.
Tras la comida (17:00) se comenzó el trabajo de gabinete. La mayoría de los participantes llevaron su propio ordenador portátil y otro por parejas se instalaron todos el Visual Topo donde empezaron a meter los datos recogidos. De forma paralela se iba conociendo las posibilidades y manejo de este programa. Hay que destacar que los medios que puso a nuestra disposición el club Trasmiera, con conexión en red, compartiendo los archivos, programas, manuales, etc., facilitó muchísimo esta parte formativa.
Una vez pasados los datos y vistas cada una de las partes topografiadas por separado, se procedió a unirlas en una sola topografía, pudiendo comprobar el resultado final que fue excelente. Tras ello y dado que el tiempo se acababa, se mostró cual sería el siguiente paso, dibujo y digitalización del mismo, así como archivo y publicación, aunque esta parte no dio tiempo a ponerla en práctica. Quedó pendiente por lo tanto, realizar el dibujo final, por lo que Iván pidió a los participantes que dibujaran en lo días sucesivos su parte de cueva y él montaría todos los archivos para tener la topografía final.
Una buena jornada de topo, donde 16 (casi desconocidos) y con poca o nula experiencia en estas lides, consiguieron realizar la topografía de una pequeña y laberíntica cavidad, dejando un más que buen sabor de boca para futuras prácticas y trabajos en sus respectivas exploraciones. A las 20:50 se dio por concluido el curso, aprovechando gran parte de los presentas para acabar tomando un refrigerio e intercambiando experiencias.
Agradecer nuevamente la colaboración de la AEM Trasmiera por la sede y los medios cedidos, así como a los distintos clubes y grupos que prestaron a los participantes los Distos, herramienta muy necesaria para este tipo de curso que pretendió ser los más real y práctico posible, y por supuesto a la predisposición de todos los participantes que cumplieron con creces lo esperado.